REFLEXIONES EN VOZ ALTA.
DIARIO “LA VERDAD YUCATAN”
JUEVES 26 DE MAYO DEL
2016.
Y QUE ESPERAMOS.
Todos
los días vemos en los medios masivos de comunicación, noticias que deben de
alarmarnos sobre todo en materia de seguridad y del medio ambiente. La contaminación
ha llegado a grado tal en la Ciudad de México, que han duplicado el hoy no
circula y los habitantes de esa ciudad no solo se han visto afectados en su
salud física, sino su ánimo, ya no son lo felices que eran apenas hace un año,
pero las ciudades más pobladas siguen el mismo camino, haciendo honor al dicho
de que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma
piedra”.
Pero
no solo esta desgracia está en las ciudades más pobladas sino también está
llegando a nuestra paradisíaca ciudad y es natural que ya estemos en ese
terreno, ya que hemos contaminado los mantos freáticos, desde con el fecalismo
al aire libre, el desecho de basura en toda fuente de agua natural, hasta la
tala de árboles cuya superficie ha sido sustituida por concreto, con cero
árboles.
Basta
dar una vuelta por los estacionamientos de las grandes plazas comerciales para
apreciar este desastre, que en aras de un modernismo y una apariencia de
progreso, las autoridades han tolerado que se derriben los árboles sin que
exista un programa de reposición.
En
el caso de los estacionamientos como Costco, Sam´s, Plaza Fiesta, y otras
plazas comerciales que día a día surgen por todo Mérida, especialmente en el
norte de la ciudad, no solo han deforestado, sino que bien pueden sembrar
árboles de sombra frondosa, como Ficus, en esos pasillos que separan los
vehículos que enfrentados se estacionan y todos lo agradecerán, sobre todo el
medio ambiente.
O
tenemos conciencia y la aplicamos o nuestros hijos y descendientes pagarán las
consecuencias y la ciudad vivirá un deterioro en la calidad de vida impensable
ayer, cuando todo era reír y cantar con una ciudad como Mérida, a la que
siempre me refería como el paraíso donde los dioses tomaban vacaciones, pero
hoy con sus 42 grados Celsius, mas parece como un entrenamiento para ir al
infierno.
La
situación ya no espera planes y programas, la realidad exige acciones
inmediatas no solo de las autoridades sino también de los empresarios dueños de
esos negocios y de la sociedad, que desde hace algún tiempo vienen sembrando
árboles en diferentes puntos de la ciudad, pero parece que no son suficientes y
desde luego pasarán varios años antes de que se aprecien los beneficios, por
eso hay que sembrar ya, y todas las oficinas públicas, escuelas, hospitales,
unidades deportivas, todos aquellos espacios en que la autoridad pueda ejercer
la orden, deben ser de inmediato reforestado, no hay que darle vueltas al tema
y en las escuelas deben de participar padres de familia, maestros y autoridades
educativas y los árboles deben proporcionar amplia franja de sombra y no hay
que tener miedo de sembrar árboles frutales, los frutos lo pueden aprovechar en
primer lugar la escuela y si los bajan los alumnos para su provecho, que
importa, se aprovechan bien.
En
las escuelas no solo se tiene una mano de obra abundante, sino lo mejor de todo
es que se les crea a los estudiantes, conciencia de cuidado al medio ambiente y
de sembrar, cuidar y explotar adecuadamente a las plantas que en ellas se
siembre.
Te
saludo cordialmente.
Carlos
Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com
@capetillocampos
carlos
capetillo
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