REFLEXIONES EN VOZ ALTA.
DIARIO “LA VERDAD YUCATAN”.
JUEVES 3 DE MARZO DEL 2016.
PEMEX.
DIARIO “LA VERDAD YUCATAN”.
JUEVES 3 DE MARZO DEL 2016.
PEMEX.
Cuando el Presidente José López Portillo tomó posesión del cargo de Presidente del país, México estaba en una situación muy tensa tanto en el campo político como económico, pero basto su discurso en la toma de posesión para que los mexicanos le otorgaran un bono de confianza, de respaldo. López Portillo tenía todas las cualidades para ser un gran Presidente: cultura, contacto con los jóvenes y la realidad nacional, excelente orador, buena presencia, es decir, llegó a la Presidencia mejor armado que otros.
Sin embargo al término de su gobierno fue severamente agredido en público, al grado que entrar a un restaurante el público imitaba el ladrido de perros, en alusión a que con un gesto histriónico clamó que defendería el peso como un perro, lo que no sucedió y el país se sumió en una crisis económica y de liquidez impresionante.
Pero esta actitud, de rechazo a la mentira, al engaño, es algo que acompaña en lo particular y en lo colectivo no solo a los mexicanos sino es un ánimo general que acompaña al ser humano.
Es posible que esto sea lo que ocasiona que en muchas ocasiones el gobierno y la sociedad van no solo por caminos diferentes sino encontrados.
Nadie duda de que el Presidente Peña dio muestras de mucho valor al enfrentar lo difícil de las reformas sobre todo en los campos en que las planteo, siendo sin duda la energética la que sacudió más la identificación con un tema que históricamente se sembró en todos los mexicanos como uno de los más altos valores nacionales. Pero al mismo tiempo introducía elementos de innovación en el campo educativo que estaba en total estado de inercia y en algunos estados importantes y numerosos en plantilla magisterial con fuerza que operaba no solo independiente sino en contra del gobierno; telecomunicaciones cuyos magnates privados presumían su poder económico y político y una de las motivaciones que utilizó el gobierno fue el beneficio que recibiría la sociedad mexicana y las empresas dedicadas a este ramo. Fue demasiado precipitado ofrecer tanto en tan poco tiempo y hasta ahora la sociedad no ve para cuando llegaran los beneficios, a excepción en sistemas de comunicación telefónica y energía eléctrica.
En algunos casos al frente de las empresas se nombraron a personas que recibieron desmesurada atención publicitaria con el costo elevadísimo desde luego a cargo de las empresas.
Pemex año a año sus resultados apuntaban al desastre. Año a año las pérdidas aumentaban escandalosamente y se pretende justificar que los impuestos que les cobra el gobierno federal como causante de estos resultados, pero manteniendo las causas que originan todo mal en las empresas de cualquier tipo, públicas o privadas: desorden laboral, condiciones de privilegio desde el director general hasta el más modesto empleado que ofenden a los ciudadanos del entorno donde opera Pemex y que ahora ve con preocupación y molestia que se maneje que los quebrantos de Pemex serán convertidos en deuda pública, para pagarla entre todos los mexicanos.
Se manejó públicamente que estaba cubierto un seguro que garantizaba un precio de 46 dólares para este 2016, sin embargo ahora con el recorte de 100 mil millones de pesos, que afecta inversiones y gastos nadie menciona nada sobre este seguro.
El caso Pemex aunque da para una enciclopedia, debe ser tratado con realismo, brevedad, claridad y precisión; con diagnostico que deje claramente satisfecha a la opinión pública.
No se debe seguir alargando el plazo para que lleguen los beneficios y los responsables del desastre de Pemex sigan gozando de los privilegios que obtuvieron y en espera de otras oportunidades para hacer otra vez lo mismo.
Te saludo cordialmente.
Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com
@capetillocampos
carlos capetillo
reflexionesdesdeelmayab
Sin embargo al término de su gobierno fue severamente agredido en público, al grado que entrar a un restaurante el público imitaba el ladrido de perros, en alusión a que con un gesto histriónico clamó que defendería el peso como un perro, lo que no sucedió y el país se sumió en una crisis económica y de liquidez impresionante.
Pero esta actitud, de rechazo a la mentira, al engaño, es algo que acompaña en lo particular y en lo colectivo no solo a los mexicanos sino es un ánimo general que acompaña al ser humano.
Es posible que esto sea lo que ocasiona que en muchas ocasiones el gobierno y la sociedad van no solo por caminos diferentes sino encontrados.
Nadie duda de que el Presidente Peña dio muestras de mucho valor al enfrentar lo difícil de las reformas sobre todo en los campos en que las planteo, siendo sin duda la energética la que sacudió más la identificación con un tema que históricamente se sembró en todos los mexicanos como uno de los más altos valores nacionales. Pero al mismo tiempo introducía elementos de innovación en el campo educativo que estaba en total estado de inercia y en algunos estados importantes y numerosos en plantilla magisterial con fuerza que operaba no solo independiente sino en contra del gobierno; telecomunicaciones cuyos magnates privados presumían su poder económico y político y una de las motivaciones que utilizó el gobierno fue el beneficio que recibiría la sociedad mexicana y las empresas dedicadas a este ramo. Fue demasiado precipitado ofrecer tanto en tan poco tiempo y hasta ahora la sociedad no ve para cuando llegaran los beneficios, a excepción en sistemas de comunicación telefónica y energía eléctrica.
En algunos casos al frente de las empresas se nombraron a personas que recibieron desmesurada atención publicitaria con el costo elevadísimo desde luego a cargo de las empresas.
Pemex año a año sus resultados apuntaban al desastre. Año a año las pérdidas aumentaban escandalosamente y se pretende justificar que los impuestos que les cobra el gobierno federal como causante de estos resultados, pero manteniendo las causas que originan todo mal en las empresas de cualquier tipo, públicas o privadas: desorden laboral, condiciones de privilegio desde el director general hasta el más modesto empleado que ofenden a los ciudadanos del entorno donde opera Pemex y que ahora ve con preocupación y molestia que se maneje que los quebrantos de Pemex serán convertidos en deuda pública, para pagarla entre todos los mexicanos.
Se manejó públicamente que estaba cubierto un seguro que garantizaba un precio de 46 dólares para este 2016, sin embargo ahora con el recorte de 100 mil millones de pesos, que afecta inversiones y gastos nadie menciona nada sobre este seguro.
El caso Pemex aunque da para una enciclopedia, debe ser tratado con realismo, brevedad, claridad y precisión; con diagnostico que deje claramente satisfecha a la opinión pública.
No se debe seguir alargando el plazo para que lleguen los beneficios y los responsables del desastre de Pemex sigan gozando de los privilegios que obtuvieron y en espera de otras oportunidades para hacer otra vez lo mismo.
Te saludo cordialmente.
Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com
@capetillocampos
carlos capetillo
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