681.-EL SISTEMA POLITICO MEXICANO CREA FRANKESTEIN.
LUNES 11 DE JULIO DEL 2011.
LUNES 11 DE JULIO DEL 2011.
El sistema político mexicano si bien creó instituciones benéficas para la población, también creó personajes intocables que alcanzaron fortunas económicas y un poder político tal, que eran referencia obligada en la toma de las decisiones importantes.
Así surgieron los llamados siete lobitos cuya figura principal fue sin duda Fidel Velázquez, que supo con buen juicio fruto de su elevado sentido común, canalizar la fuerza del sector obrero a una tranquilidad laboral que si bien no llevó a la clase obrera a mejores condiciones de vida o al menos en justa proporción a sus esfuerzos, si contribuyó al desarrollo nacional en medio de una paz social que fue la envidia mundial.
El sistema político creó beneficios sociales para la seguridad de los trabajadores como el Instituto Mexicano del Seguro Social, el INFONAVIT, el ISSSSTE, los centros de capacitación y adiestramiento, los centros de educación superior para los trabajadores y sus hijos, la jornada máxima y el salario mínimo y otras prestaciones contempladas en la Ley Federal del Trabajo, en las que destaca el derecho a huelga y la pensión por retiro.
Estos logros fueron dentro de un marco de buena relación obrero patronal y provocó que países de avanzada en la seguridad social vinieran a México a estudiar cómo era posible estos logros, aunque los grandes ganadores fueron los principales empresarios y políticos.
Pero también en aras de conservar este clima que hasta los 70 fue bautizado como “El Milagro Mexicano”, el sistema permitió y creó líderes que se convirtieron después en Frankensteins y hasta se dieron el lujo de amenazar al Presidente en turno y crear una inestabilidad social si no se le mantenían sus canonjías.
Por las razones que cada quien le ha atribuído, el caso es que el Presidente Salinas que sabía ejercer el poder presidencial y tenía en Gobernación un personaje que conocía muy bien las debilidades de los principales actores del escenario nacional y sabía manejar los instrumentos de control de daños, puso en la cárcel a uno de esos frankenstein, pero como no pensaba en el país sino en él, el remedio salió más caro que la enfermedad.
Lo mismo sucedió con la dirigencia magisterial, relevó a Carlos Jonguitud y lo sustituyó con una maestra cercanísima al profesor Jonguitud pero que ya mostraba su habilidad en la traición.
Hoy el sistema político mexicano contempla, si contempla, ya que el Presidente Calderón gracias a los acuerdos vergonzosos para alcanzar el triunfo en las elecciones del 2006, y olvidando el principio universal de que el poder no se comparte, accedió a compartirlo con la Profesora Elba Ester Gordillo, que ha traicionado una y otra vez con el fin de permanecer en la dirigencia máxima del magisterio, modificando los estatutos a su capricho para afianzar un poder que alcanza ahora otras esferas, incluyendo la formación de un partido político que pone a disposición en las contiendas electorales de aquel que considera posible ganador.
Y como siempre, lo que los mexicanos suponemos con bastante certeza, el tiempo y los conflictos de los intereses políticos y económicos vienen a confirmar en medio de un cinismo impresionante, sobre todo la tolerancia de la sociedad a la conducta del Presidente que debe de conservar la autoridad moral para conducir a la sociedad y que escándalos como los que provocan las declaraciones de la maestra Gordillo por su pleito con su antiguo aliado y ahora enemigo acérrimo, Miguel Ángel Yunes, que por cierto en este chismerío no hay a quien irle, son como diría Cleopetra, “tal para cual”, y que embarcan al Presidente Calderón que por su investidura no puede cobijarse en el dicho popular de que “calladito se ve más bonito”.
Aunque sea por el mínimo decoro y respeto a la investidura presidencial, el Presidente Calderón debe precisarle a la sociedad los acuerdos y sus alcances que tuvo con la maestra Gordillo, porque es claro que el costo y el daño lo está pagando y sufriendo el país sobre todo en lo más preciado para la juventud que es la educación, que es mediocre y con una tolerancia a los actores que no permite ver mejoría.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario