LUNES 2 DE MAYO DEL 2011.
Seguramente a Kate y a Guillermo no les gustó mi ausencia en su boda, pero les expliqué que hay prioridades y con el riesgo de que ahora me pidan que les llame sus Altezas Reales la Duquesa de Cambridge Catalina y Príncipe Guillermo en lugar de “K” y Memo como acostumbraba a llamarlos, no asistí al día mas importante hasta hoy de su vida, pero llegaron mi hijo Carlos con Regina Y Sofía las “Huachitas”, mis nietas mayores que solo nos regalan unos días durante sus vacaciones y que ahora comparten con nosotros los 40 grados de calor que hace en Mérida.
La alberca ha sido su fiel compañera donde han pasado la mayor parte del tiempo y es totalmente justificado, pero el miércoles decidieron disfrutar de la ruta de los Cenotes y desde temprano se prepararon para la aventura: agua, gorras y sombreros, shorts, trajes de baño y cámaras fotográficas y al paseo a Cuzamá. Temprano y llenas de entusiasmo y energía se fueron con sus papás a conocer esos lugares de las que les he hablado maravillas, tal como las veo.
Y me cuentan que disfrutaron el camino, el paseo en el truck les pareció no solo novedoso sino una aventura que contaran seguramente con gran emoción a sus compañeritas de la escuela que todavía no tienen la oportunidad de conocer esta zona maravillosa del mayab.
Disfrutaron las aguas del cenote, que según ellas estaban riquísimas, pero como todos sabemos a la edad de ellas cualquier agua por muy fría que esté se siente riquísima.
Pero había que verlas al regreso después de pasar horas bajo el sol más candente de lo acostumbrado y sobre todo a esa hora. La viva imagen del cansancio y solo pensaban y exclamaban: préstenme la hamaca.
Pero debo confesar que cada año esperamos con ansia la llegada de este par de “huachitas”, una de ellas, Regina, la mayor, entrando a esa edad en que ni son niñas a las que ya ven por encima del hombro, ni son señoritas pero asume posturas como señorita plena.
Sofía que tenía pasión por los deportes por lo que la llamaba la extrema, la veo ahora más tranquila pero siempre inquieta.
En fin las gozo mucho ya que con Marifer hacen para mí un tercio de reinas y aunque el calor las tiene calmadas y en la piscina, hay sus ratos de tertulia que me hacen disfrutar plenamente sus ocurrencias e irreverencias para conmigo que no solo gozo sino que estimulo.
De Marifer no digo nada porque es bien sabido mi amor por ella.
En fin, hoy se regresan las “Huachitas” al Distrito Federal con su papá, mi hijo Carlos uno de mis legítimos orgullos y aunque Marifer se pone bien triste y eso me mortifica, pero así es la ley de la vida. Ellas viven allá con sus papás, con sus amiguitas, sus otros abuelos que también las adoran, con la escuela en las que siguen siendo excelentes estudiantes.
Marifer, aquí en el paraíso maya, donde los dioses vienen a gozar sus vacaciones, de nuevo a la escuela, a compartir con sus compañeritas las experiencias de las vacaciones, en las que cada una les va poniendo características diferentes, pero eso sí, su sello personal.
Semana Santa y de pascua han concluido, la vida sigue su marcha y los tiempos mejores están por venir, para todos, en especial para Marifer, Sofía y Regina, las estrellas más brillante de mi firmamento.
Te saludo cordialmente.
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