
LA REVISTA.
VIERNES 9 DE JULIO DEL 2010.
LA SOBERBIA, PECADO MAYOR DE LOS POLITICOS.
La soberbia es el pecado mayor en que caen los políticos no solo de México sino del mundo, aunque para nuestros efectos solo hablaremos de aquellos casos muy notorios que suceden en los políticos mexicanos y que en las elecciones del domingo pasado pagaron y caro, hacer alarde de este mal.
Pero si bien los gobernadores de Oaxaca y Puebla lamentarán y mucho asumir conductas de soberbia, de prepotencia, de arrogancia y que se crean cuando menos hijos de los dioses, el PRI, el partido que pensó y yo también, que cuando menos ganarían 11 de las 12 gubernaturas en juego y nos encontramos que solo ganó 9, las mismas que tenían e hizo un intercambio en 3, que significa a este momento 6 millones menos de ciudadanos bajo su conducción de gobierno, a más de la importancia económica de los estados que perdió y que hay dos más, uno de ellos de singular importancia, Veracruz, que representan una diferencia mínima, y aunque realmente es mínima, esperamos que no haya sorpresas; tiene una gran parte de culpa.
Por un lado no ejercer su liderazgo para conciliar los intereses de la sociedad de esos estados y dejar que los gobernadores decidan lo que a sus intereses convenían, con los resultados que ahora ambos lamentan.
Pero no solo en el acto de la selección de candidatos el Comité Ejecutivo Nacional del PRI es culpable, sino también de no atender los reclamos sociales con relación a la conducta de los gobernadores de Oaxaca y Puebla, que hasta el cansancio dieron muestras de una falta de respeto a sus investiduras y que los medios y los grupos sociales dieron puntual y constante cuenta, sin que el PRI adoptará una actitud de sanción a los desvíos de sus militantes que se llaman “distinguidos” y que por eso y su representatividad deben conducirse como ejemplos ante la sociedad que representan.
El resultado de las elecciones del domingo pasado, es una nueva llamada de atención de los mexicanos al partido que se pregonaba invencible y claro que los enemigos hasta ayer y aliados ahora, ante los beneficios recibidos, se declaran listos para continuar con esta extraña por decir lo menos, alianza, para competir en los próximos comicios ante su incapacidad para ganarle al PRI en lo individual.
Y también hay que revisar la ley federal al respecto, ya que los gobernadores y presidentes municipales tienen prohibido participar hasta para poner obras de bien público cierto tiempo antes de las elecciones, pero el Presidente de la República no tiene este limitante y así vimos que el Presidente Calderón días antes de las elecciones, anuncio una serie de medidas que parcial alguna de ellas, buscaban influir en el electorado y sin duda en algunas de ellas lo lograron.
La medida de suprimir temporalmente el pago de la tenencia de vehículos, uno de tantos ofrecimientos de su campaña, que debió cumplir hace años, lo hace ahora con claro tinte partidista y sin importar lo que afecta el presupuesto de ingresos que tanto discursa sobre la necesidad de aumentar y así gravó con mas el IVA y modificó al alza y creo varios impuestos que lastiman el bolsillo del contribuyente. En esto si no pensó en ayudar al contribuyente.
El Congreso de la Unión debe de tomar nota y revisar si el Presidente actúo además correctamente, ya que en la Ley de Ingresos se contempla el impuesto de la tenencia de vehículos y el la suprimió así nomás.
Pero en resumen, en PRI y los gobernadores deben de tomar nota de que deben de escuchar la voz de la sociedad sobre todo en la decisión más importante de su gobierno, que es la sucesión que le garantice a la entidad, la continuidad de programa y políticas de beneficio social y no se dé espacio para la “cacería de brujas”, así como presentar el espectáculo de lucha por el poder, que el PAN y el PRD han acreditado como única razón de su alianza, ya que habrá ver que rectoría asumen esos gobiernos, si los programas de corte social del PRD, los beneficios de pocos a costa de muchos que inspira al PAN o la influencia del priismo de sus pasados de los ganadores de Puebla, Oaxaca y Sinaloa, que hasta hace poco esa ideología profesaban y defendían.
Que conflictos de conciencia y de la ambición de poder.
Veremos que triunfa.
Pero si bien los gobernadores de Oaxaca y Puebla lamentarán y mucho asumir conductas de soberbia, de prepotencia, de arrogancia y que se crean cuando menos hijos de los dioses, el PRI, el partido que pensó y yo también, que cuando menos ganarían 11 de las 12 gubernaturas en juego y nos encontramos que solo ganó 9, las mismas que tenían e hizo un intercambio en 3, que significa a este momento 6 millones menos de ciudadanos bajo su conducción de gobierno, a más de la importancia económica de los estados que perdió y que hay dos más, uno de ellos de singular importancia, Veracruz, que representan una diferencia mínima, y aunque realmente es mínima, esperamos que no haya sorpresas; tiene una gran parte de culpa.
Por un lado no ejercer su liderazgo para conciliar los intereses de la sociedad de esos estados y dejar que los gobernadores decidan lo que a sus intereses convenían, con los resultados que ahora ambos lamentan.
Pero no solo en el acto de la selección de candidatos el Comité Ejecutivo Nacional del PRI es culpable, sino también de no atender los reclamos sociales con relación a la conducta de los gobernadores de Oaxaca y Puebla, que hasta el cansancio dieron muestras de una falta de respeto a sus investiduras y que los medios y los grupos sociales dieron puntual y constante cuenta, sin que el PRI adoptará una actitud de sanción a los desvíos de sus militantes que se llaman “distinguidos” y que por eso y su representatividad deben conducirse como ejemplos ante la sociedad que representan.
El resultado de las elecciones del domingo pasado, es una nueva llamada de atención de los mexicanos al partido que se pregonaba invencible y claro que los enemigos hasta ayer y aliados ahora, ante los beneficios recibidos, se declaran listos para continuar con esta extraña por decir lo menos, alianza, para competir en los próximos comicios ante su incapacidad para ganarle al PRI en lo individual.
Y también hay que revisar la ley federal al respecto, ya que los gobernadores y presidentes municipales tienen prohibido participar hasta para poner obras de bien público cierto tiempo antes de las elecciones, pero el Presidente de la República no tiene este limitante y así vimos que el Presidente Calderón días antes de las elecciones, anuncio una serie de medidas que parcial alguna de ellas, buscaban influir en el electorado y sin duda en algunas de ellas lo lograron.
La medida de suprimir temporalmente el pago de la tenencia de vehículos, uno de tantos ofrecimientos de su campaña, que debió cumplir hace años, lo hace ahora con claro tinte partidista y sin importar lo que afecta el presupuesto de ingresos que tanto discursa sobre la necesidad de aumentar y así gravó con mas el IVA y modificó al alza y creo varios impuestos que lastiman el bolsillo del contribuyente. En esto si no pensó en ayudar al contribuyente.
El Congreso de la Unión debe de tomar nota y revisar si el Presidente actúo además correctamente, ya que en la Ley de Ingresos se contempla el impuesto de la tenencia de vehículos y el la suprimió así nomás.
Pero en resumen, en PRI y los gobernadores deben de tomar nota de que deben de escuchar la voz de la sociedad sobre todo en la decisión más importante de su gobierno, que es la sucesión que le garantice a la entidad, la continuidad de programa y políticas de beneficio social y no se dé espacio para la “cacería de brujas”, así como presentar el espectáculo de lucha por el poder, que el PAN y el PRD han acreditado como única razón de su alianza, ya que habrá ver que rectoría asumen esos gobiernos, si los programas de corte social del PRD, los beneficios de pocos a costa de muchos que inspira al PAN o la influencia del priismo de sus pasados de los ganadores de Puebla, Oaxaca y Sinaloa, que hasta hace poco esa ideología profesaban y defendían.
Que conflictos de conciencia y de la ambición de poder.
Veremos que triunfa.
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