REFLEXIONES EN VOZ ALTA.
LA REVISTA
VIERNES 27 DE FEBRERO DEL 2015.
SIEMPRE IGUAL.
En estos tiempos, los medios masivos de comunicación en sus espacios editoriales los analistas y comentaristas políticos y económicos especialmente, los llenan de frases como “ahora es el tiempo”, “ya es hora”, “como nunca”, y nos hablan de crisis tanto políticas como económicas y ponen sus caras tristes que realmente contagian.
Sin embargo creo que desde hace muchos años, los mexicanos hemos vivido en crisis, con grandes dificultades que ahora parece que se han olvidado y se plantean lo de ahora como el descubrimiento del final de la historia del país.
Los médicos, los ferrocarrileros, los maestros, los estudiantes en Tlaltelolco, los hijos de Marta, los miles de muertos y desaparecidos del sexenio de la vergüenza de Calderón y ahora los intereses que afloran con el caso de los normalistas de Ayozitnapa y los muertos de Tlataya, y siempre los mexicanos hemos encontrado los caminos para que el país no se desbarranque y con grandes dificultades sí, pero solidarios siempre.
Debilitar las instituciones es el mejor camino para que todo se obscurezca, gritar a los cuatro vientos contra la figura presidencial es entendible pero no ayuda a encontrar soluciones a lo que se heredó de los doce años perdidos y a lo que se ha originado por este gobierno. Hay que poner los intereses de la nación por encima de los personales y de las ambiciones de obsesionados por el poder.
Que se está tardando el Presidente en renovar a aquellos miembros de su gabinete que no han cubierto los encargos recibidos, también se suma a la opinión popular.
Que no hay que tardarse en tomar decisiones con relación a casos de desvíos, ineficiencias y corrupción que ya hasta la Auditoría Superior de la Federación tiene dictaminado, es creencia generalizada y son los que inspiran mayor enojo social.
No hagas cosas buenas que parezcan malas es una conseja popular y hay que actuar en esa consonancia.
Cada cierto tiempo los problemas se presentan en condiciones críticas y la oposición organizada al gobierno en lugar de presentarse con sugerencias y proyectos de soluciones para que el país avance, lo utilizan como una oportunidad para debilitar al gobierno bordando e insistiendo en los problemas y conflictos, sin ver que la sociedad necesita instituciones fuertes, sólidas, con la participación ciudadana para retomar los mejores rumbos.
Los otros poderes, el Legislativo y el Judicial, deben de revisar su propia historia, su actual comportamiento y conservando su esfera de independencia entre sí, ayudar al sistema con conductas irreprochables y no generar dudas de sus decisiones en el sentido de que bloquean el sentir ciudadano únicamente para protegerse en lo personal.
Así como se logró el Pacto por México para sacar las reformas fundamentales para el México moderno, así hay que continuar en esa tónica para las leyes reglamentarias y otras leyes importantes para el país, importantes para los ciudadanos.
La opinión pública cree que en Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas, el magisterio hace todo menos enseñar a los niños y jóvenes y me parece perfecto que los maestros defiendan lo que a su saber y entender son sus derechos, pero me parece inaceptable que la defensa de sus derechos lo hagan agrediendo los derechos de los demás. Y tal parece que el gobierno promovió unas leyes que no puede hacer cumplir.
Las calificaciones de organismos internacionales especializados en el tema, dan cuenta que la educación en México se encuentra en pésimos niveles y todos coincidimos que la educación, la de calidad, es básica para competir como país en este mundo que se ha globalizado como política de los más poderosos.
Y todos los recursos del país deben ser administrados en forma clara y transparente, no se pueden regalar concesiones de televisión a poderosos sin que paguen un centavo como contraprestación y que su programación no incluya la cultura en forma destacada y respetando las leyes en vigor.
Te saludo cordialmente
Carlos Capetillo Campos.
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