REFLEXIONES EN VOZ ALTA.
LA REVISTA.
VIERNES 20 DE FEBRERO DEL 2015.
URGEN QUE SEAN LOS MEJORES.
El martes pasado, el Presidente de la República envío al Senado una terna para que se elija a un Magistrado de la Suprema Corte de Justicia, en lugar del fallecido Sergio Valls.
La terna la componen el Embajador del país en Estados Unidos, ex procurador, ex director del CISEN y representante de uno de los grupos de poder fáctico como ahora los llaman, Eduardo Medina Mora, Procurador General de Justicia en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, y los miles de muertos y desaparecidos, que no encontraron sus familiares la justicia cuya responsabilidad de proporcionarla estaba en la dependencia a cargo del Embajador y ahora candidato. Y como Director General del CISEN, nunca se le conoció eficiencia en obtener, procesar y entregar a tiempo una información clara, veraz y oportuna de lo que sucedía en el país, que permitiera una toma de decisiones que beneficiara al país. Y si lo hizo, entonces la responsabilidad es del Presidente Calderón, que no utilizo la información, elemento fundamental en la conducción del gobierno.
Un licenciado que se desempeña en el Estado de México de donde es originario.
Otro personaje que labora en el Distrito Federal
Por lo general los simples ciudadanos no alcanzamos a apreciar los valiosos, honestos y eficientes servicios que algunos distinguidos mexicanos realizan a favor de la Patria, y tenemos parámetros diferentes para calificar a esos “próceres” y no entendemos porque a pesar de su ineficiencia, de su servicio a intereses personales o de grupo antes de cumplir con su responsabilidad, siguen acumulando privilegios que a juicio social no merecen y por esto no entendemos como siquiera sean candidatos a un puesto que sumen a su curriculum oportunidades de seguir amarrando intereses ajenos a su compromiso nacional y privilegios que los ciudadanos de a pie, no ven que merezcan.
La organización política del país, está constituida por los tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que entre sí deben guardar un perfecto equilibrio con el fin de garantizar la buena marcha de los asuntos públicos, aunque la opinión popular tiene la tendencia de culpar de todo lo malo que pasa en el país al Presidente de la República, quien representa al poder ejecutivo y pretenden justificar esta grave omisión por parte de los otros poderes, que el poder real único de este país es el del Presidente.
Esto es muy grave, porque amparados en esta opinión y sobre todo del que no pasa nada, los meros meros de esos poderes se convierten en los grandes electores, caso ahora hay muchos, demasiados, y las candidaturas a gobernador de Sonora y Nuevo León son los ejemplos más elaborados, desplazando a los militantes y sectores del PRI en la toma de decisiones que les corresponde.
Eso sí, deben ser unos seres maravillosos, porque a pesar de todos los errores, omisiones, intromisiones y todo lo que caiga en sus actuaciones ajenas a su responsabilidad legal, ahí siguen, conduciendo al país hacia donde si tienen gran experiencia.
Ser miembro de la Suprema Corte de Justicia, es la más elevada responsabilidad a la que puede aspirar un mexicano en el campo de la legalidad y del equilibrio de los poderes, por eso el Senado debe tener especial cuidado de ayudar al Presidente con un dictamen claro, transparente y de beneficio al país, no se limiten a aprobar por inercia.
Al Presidente de la República no se le ayuda con el “sí señor”, sino con una participación clara y en sentido del beneficio al país, en la persona cuyos antecedentes garanticen la aplicación de la justicia y si ninguno de los propuestos representa esa garantía, hay mas mexicanos que llenan la necesidad de cubrir una vacante tan importante.
Te saludo cordialmente.
Carlos Capetillo Campos.
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