REFLEXIONES EN VOZ ALTA

REFLEXIONES EN VOZ ALTA.

LA REVISTA.

VIERNES 24 DE OCTUBRE DEL 2014.

HAY QUE SABER QUE TORNILLO APRETAR.

Cuentan que un empresario compró una impresora muy cara y sofisticada, de esas que llaman de última generación o tecnología de punta. Era su orgullo y la presumía. Pero un día la impresora ni para adelante ni para atrás y esto causó preocupación en el empresario que llamó al vendedor que le mandó al técnico y nada, contrataron a cuanto técnico le recomendaron y ninguno acertó a corregir el fallo.

Un empleado recomendó a Soko Troko como el técnico más chipocludo del lugar. Llegó nuestro personaje que observó la máquina ante la atención del dueño, que deseaba con toda su alma que su impresora funcionara de nuevo. De su maletín desgastado y con pocas herramientas, sacó un pequeño desarmador, apretó un tornillo y ¡upa! La impresora funcionó de nuevo. El dueño abrazaba todo entusiasmado al eficiente técnico y pasada su euforia le preguntó cuánto le debía. Soko Troko sin inmutarse le dijo: mil dólares. Qué? Gritó el dueño, está usted loco. Pero ya calmado, le dijo: está bien, pero en la factura me desglosa lo que hizo.

Muy bien, le dijo el técnico, y le presentó una factura desglosada que decía: apretar un tornillo, un dólar, saber que tornillo apretar, novecientos noventa y nueve dólares.

Y así fue hasta el año 2000, en que los funcionarios priistas sabían que tornillo apretar, aún cuando el Presidente Zedillo en decisiones políticas sobre todo, imponía sus pobres pasiones sobre el bienestar del país.

Pero a la llegada del Presidente Fox, barrió con todos los funcionarios priistas e inventó una clase panista en los principales niveles de la administración pública federal y durante doce años, hasta el 2012, muchos priistas formados en la administración pública que demostraron eficiencia, honestidad y dieron buenos resultados en su gestión, fueron enviados a la banca y lo peor es que fueron sustituidos por funcionarios que actuaron haciendo lo que criticaban siendo oposición y con lo peor de funcionarios priistas que avergonzaron a su partido con conductas reprobables.

Sustituyeron a quienes sabían que tornillo apretar por quienes se la pasaron averiguando donde estaban los tornillos. Total el costo de esto se lo cargaban al país.

Entre las cosas que Zedillo decidió con pobre conocimiento de cómo funcionan los grupos políticos en ciertas zonas del país,  logró que se aprobara que los contribuyentes pagaran el costo de las campañas políticas y la operación de los partidos políticos, con el fin de que así no intervinieran grupos delictivos en los procesos electorales. Lo único que ganó fue que los políticos y partidos recibieran dinero del erario y de los grupos de interés incluyendo al crimen organizado y que los partidos se volvieran un rico patrimonio para familias enteras.

Hoy aflora la punta de este iceberg que tiene en jaque a la sociedad y al mismo gobierno federal, que hace esfuerzos para cumplir el compromiso del Presidente Peña Nieto para devolver la paz y tranquilidad al pueblo de México.

Hay que voltear a ver a los que saben que tornillo apretar y los tienen en un retiro forzado.

Te saludo cordialmente.

Carlos Capetillo Campos