ORDEN, SEÑORES, ORDEN.
Hace
algún tiempo le preguntaron a un Presidente de México que si en el país
había presos políticos y el Presidente contestó: en México no hay
presos políticos, hay políticos presos.
Pero
en eso termino la frase; pasaron los años y los políticos no volvieron a
saber que era pagar con cárcel sus desmanes, abusos, ineficiencias y
corruptelas y como es natural el ejemplo cundió.
Los
grupos de presión ya sabían que mientras más grande es el escándalo o
desorden, menos probabilidades hay de que sean castigados como
corresponde.
Muchos
maestros consideran que las autoridades son mas culpables que los
propios dirigentes sindicales, ya que aceptan que es fuera de la ley y
de los estatutos el que hayan tantos maestros comisionados en tareas
ajenas a la educación en aulas, pero no los reincorporan a dar clases,
los mantienen así sobre el criterio de que no conviene ejercer la
autoridad.
Escuchaba al representante de los maestros de Guerrero y Oaxaca haciendo declaraciones a los medios nacionales. De no creerse.
Decían
con énfasis que si detenían a algún maestro por alguna autoridad de
cualquier nivel, harían movilizaciones, bloqueos y tomarían medidas más
drásticas porque de ninguna manera lo permitirían. Es decir, no importa
si son delincuentes o cuánto daño hayan causado a la nación, a la
educación de los niños que seguramente aprobaran el año ya que no es
culpa de ellos el que no hayan estudiado, ya que las clases se
suspendieron por ausencia de los maestros, muy ocupados en causarle
daños al país y a la educación.
Que
no les parece la Reforma aprobada? Pues allá están los legisladores que
aprobaron la Reforma Educativa. Que les aclaren todas sus dudas y si
los legisladores están convencidos de la bondad de la Reforma, que
salgan a sus distritos a explicarles a los ciudadanos con todo detalle
en qué consiste la Reforma y que es lo que pretenden y exigen los
maestros en rebeldía.
Es
su obligación. No solo aprobar las leyes, sino explicar con todo
detalle, amplitud y claridad que se cambió, en qué consisten y cuál es
el beneficio para los mexicanos y para la nación.
Pero
todo tiene un límite y más de 100 millones de mexicanos, muchos de los
cuáles pagan impuestos con los que se cubre la enorme nómina
magisterial, no están de acuerdo que se mantenga a varios estados como
rehén, secuestrados, en aras de lograr la conservación de privilegios
que caminan en sentido contrario a lo que se les exige a los demás
mexicanos.
La sociedad tiene que pronunciarse, porque los agitadores si se pronuncian.
Ahora
los maestros han recibido en Guerrero el apoyo del movimiento llamado
popular, muchos de ellos pertenecen a los que se han pronunciado como
guardias civiles, aunque eso sí, ya anunciaron que participaran sin
armas. Vaya, gracias.
México,
se distinguió entre los países de Latinoamérica como un país que supo
consolidar sus avances dentro de un largo período de paz. Sin golpes de
estado, sin revueltas y con un pueblo que soporto que se le cargara la
deuda más grande de su historia, acumulada por los vivales de siempre,
sobre el supuesto que era lo mejor para México.
A nadie le conviene la violencia, la agitación permanente, la confrontación social.
Hay que hacer a un lado los privilegios particulares o de grupo para dar paso al beneficio nacional.
Y al gobierno le toca ser el guardián de este orden. La Constitución así lo establece.
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