VIERNES 10 DE AGOSTO DEL 2012.
El primer libro que escribí hace muchos años, lo titule pomposamente “El Sentido Común. Reflexiones” y la última frase es “el entusiasmo es de cristal, pero el sentido común es de bronce”
Y
sigo convencido que los elementos que integran en sentido común son los
mismos hoy que en ese entonces, aunque muchos personajes sobre todo
políticos, tienen actitudes que dan por muerto a este sentido y los
resultados no son nada buenos.
Y
ahora los medios dan a conocer una noticia que de nueva cuenta nos dice
que el Presidente Electo toma muchas de sus decisiones basadas en el
sentido común y estamos hablando de los coordinadores de las bancadas
priistas tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, ya que
últimamente los especialistas en el tema estaban expresando en los
medios que se inscribirían dos aspirantes para dirigir cada Cámara y se
haría votación secreta para escoger al líder.
Manlio Fabio Beltrones y Murillo Karan para la de Diputados y Cristina Díaz y Emilio Gamboa Patrón para la de Senadores.
Sobre
Murillo Karan no puedo reflexionar mucho ni poco. Sobre Cristina Díaz
sí, la conozco y conozco sus valores como persona seria, capaz, honesta,
fiel a sus principios y una política hábil, que reconoce a sus amigos y
muy trabajadora.
Sin
embargo el sentido común señalaba que la experiencia, fruto de una
larga permanencia en la política que les permitió crear una red de
relaciones de todo tipo, incluyendo reconocimiento de los dirigentes de
los otros partidos, lo que permite una interlocución abierta que se
traducirá en una mayor productividad legislativa, sobre todo ahora que
se pretende acelerar la aprobación de las reformas fiscal, laboral,
política y energética, hacen de Manlio Fabio Beltrones y de Emilio
Gamboa Patrón los más indicados para coordinar las bancadas priistas.
Así lo reconoció la misma Cristina Díaz en una actitud de pavimentar un
camino sin contratiempos en el proceso de designar a los coordinadores.
Gamboa
Patrón ha coordinado a la bancada de diputados y Manlio a la de
Senadores, hoy intercambian papeles pero han acumulado experiencia en
este tipo de tareas y su trabajo se reflejará en la aprobación de las
reformas.
Por
parte de las reformas a veces me pregunto hasta qué punto son
indispensables para que avance el país y veamos por ejemplo la laboral,
en que se maneja que la productividad aumentará, pero me pregunto cómo
es que con la misma ley hoy hay empresas eficientes, productivas, de
alta calidad, de buen ambiente de trabajo y de excelente rentabilidad y
otras empresas del mismo giro en la misma región son ineficientes,
improductivas, de constante rotación de trabajadores por mal ambiente de
trabajo y de pérdidas constantes. Es problema de la ley o es la forma
de administrar? Y esto no es un problema de leyes, es un problema de
personal directivo preparado, eficiente, honesto, con visión de futuro y
trabajo en equipo, que sepa motivar a los trabajadores a que laboren
como si empresa fuera de cada uno y además así es, ya que cuando se
tolera la ineficiencia y todo lo malo, lo más probable es que la empresa
quiebre y se pierda una fuente de empleo y mas trabajadores a la calle,
con la desesperación que produce el desempleo y el costo social que
representa.
Y
tomemos dos ejemplos del campo de la energía. El primero la Compañía de
Luz y Fuerza del Centro y la Comisión Federal de Electricidad, ambas
del gobierno y mientras desaparecen a la primera aduciendo abusos de los
trabajadores y del sindicato, robos de energía y materiales,
tortuguismo, y otras calificaciones negativas, a la segunda se le
califica como una empresa de clase mundial en eficiencia y
productividad. Ambas son del gobierno. Cuál es la diferencia? Es la Ley
laboral? Yo creo que no. Ambas son ineficientes digan lo que digan, si
comparamos la productividad con los estándares internacionales, pero la
Comisión Federal de Electricidad ha dado muestras en los casos de
desastres, una eficiencia y solidaridad que permite la restauración de
la electricidad antes que cualquier otro servicio y se gana el aplauso
social.
Los
trabajadores son mexicanos en ambas empresas y los sindicatos adolecen
de vicios semejantes, pero la decisión de supervivencia de la fuente de
empleo fue estrictamente política, como política fue la decisión de
sustituir a la directiva sindical de PEMEX en 1989, pero se mantuvieron
los vicios, que hace más atractivo ser dirigente de ese sindicato que
ser el director general y ahora se pretende privatizar para hacer a la
principal empresa del país rentable, lo que es una ofensa para los
administradores públicos, ya que con esto manifiestan que solo los
administradores privados conocen las fórmulas de la eficiencia y
rentabilidad.
Y
pueden reformar laboralmente todos los campos de trabajo que se quiera,
pero mientras los directivos sean escogidos por las complicidades
políticas y no por resultados comprobados y mientras el principal
empleador, el Gobierno federal mantenga la administración de la
educación, de los energéticos, de la hacienda pública como simple
vehículo de mayor ingreso y no de mayor y mejor distribución de la
riqueza y la corrupción y su cobija la impunidad, no se corrijan en
objetivos, rumbo y evaluaciones oportunas, la sociedad no apreciará
mejoras y de nueva cuenta se les echará la culpa a los sindicatos que si
bien tienen culpa también la tienen los administradores y en mayor
porcentaje y pronto se clamará que se requiere otra nueva reforma, y así
sucesivamente por los siglos y los siglos.
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