568.-DIA DEL PADRE.
LUNES 20 DE JUNIO DEL 2011.
Ayer se celebró el Día del Padre, otro invento comercial pero que los hijos nos hacen sentir importante, regalos, comidas, besos y abrazos, apapachos, felicitaciones, en fin todas esas cosas que emociona al ser humano.
Y sin duda el Día del Padre ya tiene carta de naturalización, aunque su presencia no es tan significativa como el Día de la Madre, ya que esta figura es la más importante que existe en la creación.
Pero Marifer me celebró desde el sábado llevándome a misa y después al cine, eventos organizados por su escuela y claro, en ellos estaban sus compañeras de escuela y al salir del cine, en los pasillos del Centro de Convenciones Siglo XXI, había una exposición y venta de artesanías y junto con su amiguita muy querida Cecilia, su hermano menor y su papá, recorrimos la exposición donde por estimulada curiosidad, visitaron todos los puestos de venta; sus preguntas y seguramente su interés y simpatía hizo inclusive, que algunas vendedoras les regalaran artículos, pero además sus alegrías hicieron que el tiempo se pasara ligero y permitió que con Patricio, el papá de Mary platicara largo y tendido.
No hay duda tampoco de que los niños hacen con su sola presencia, el mejor regalo que podemos recibir los mayores.
Y ayer como es natural, desde el amanecer los apapachos de Cielito y Marifer y los telefonemas de las “huachitas” Regina y Sofía, mis nietas que viven en el D.F. y las felicitaciones mutuas con Carlos, mi hijo.
Quisimos salir a comer, pero desistimos ante los llenos de los restaurantes, que sin llegar a los tumultos del Día de la Madre, si estaban los suficientemente ocupados como para que los comerciantes esbocen una sonrisa y pongan a trabajar su cerebro para pensar que otro festejo inventar, aunque ya tenemos el Día del Niño, de la Madre, del compadre, del abuelo, del maestro y de cada uno de las profesiones, pero para inventar festejos se pintan solos los comerciantes.
Pero qué bueno, porque sin duda estimula el contacto entre los amigos que aprovechan la ocasión para reunirse, celebrar y mantener viva la llama de la amistad.
Y además de felicitar a los padres por su día y deseando que hayan sido celebrados en grande aunque sea modesta, también quiero manifestar mi admiración para aquellos que realmente le dan valor a esta palabra tan singular.
Para aquellos que además de ser un eficiente proveedor, es también un compañero que educa con el ejemplo a sus hijos, porque hay quienes solo saben engendrar pero no aceptan la responsabilidad de la paternidad y esos seres realmente me dan pena, ya que no saben lo que es disfrutar un beso de los hijos, besos que no sabe más que de afecto libre de todo interés y malicia, que no comparten la emoción de ver las ocurrencias y vivencias de aquellos que engendraron pero que abandonaron, de verlos crecer y formarse solo con el amor de la madre, de los abuelos, de los familiares que los llenan de amor.
Si supieran la sensación que invade por esas sonrisas y esos abrazos y esos besos, sabrían que lo mejor de la vida no es engendrarlos sino vivir, compartir los tiempos y las vivencias, prolongarse y trascender a través de ellos, sobre todo aquellos que son padre y madre al mismo tiempo, los que solos luchan en el trabajo, en la casa, en la escuela, pero siempre orgullosos y solidarios con sus hijos. Ellos son dignos de la mayor admiración.
Además en estos tiempos el papel del padre ha evolucionado, ahora comparte mas las responsabilidades del hogar, las tareas escolares de los hijos, y esto es de lo mas importante.
Cuando un hijo te llama papá y está orgulloso de ti como tú de él y que además llena tus espacios de amor y felicidad, entonces puedes estar seguro que tu vida nunca morirá, porque en tu hijo y en el hijo de tu hijo vivirás siempre.
A todos los que saben ser padres, muchas felicidades.
LUNES 20 DE JUNIO DEL 2011.
Ayer se celebró el Día del Padre, otro invento comercial pero que los hijos nos hacen sentir importante, regalos, comidas, besos y abrazos, apapachos, felicitaciones, en fin todas esas cosas que emociona al ser humano.
Y sin duda el Día del Padre ya tiene carta de naturalización, aunque su presencia no es tan significativa como el Día de la Madre, ya que esta figura es la más importante que existe en la creación.
Pero Marifer me celebró desde el sábado llevándome a misa y después al cine, eventos organizados por su escuela y claro, en ellos estaban sus compañeras de escuela y al salir del cine, en los pasillos del Centro de Convenciones Siglo XXI, había una exposición y venta de artesanías y junto con su amiguita muy querida Cecilia, su hermano menor y su papá, recorrimos la exposición donde por estimulada curiosidad, visitaron todos los puestos de venta; sus preguntas y seguramente su interés y simpatía hizo inclusive, que algunas vendedoras les regalaran artículos, pero además sus alegrías hicieron que el tiempo se pasara ligero y permitió que con Patricio, el papá de Mary platicara largo y tendido.
No hay duda tampoco de que los niños hacen con su sola presencia, el mejor regalo que podemos recibir los mayores.
Y ayer como es natural, desde el amanecer los apapachos de Cielito y Marifer y los telefonemas de las “huachitas” Regina y Sofía, mis nietas que viven en el D.F. y las felicitaciones mutuas con Carlos, mi hijo.
Quisimos salir a comer, pero desistimos ante los llenos de los restaurantes, que sin llegar a los tumultos del Día de la Madre, si estaban los suficientemente ocupados como para que los comerciantes esbocen una sonrisa y pongan a trabajar su cerebro para pensar que otro festejo inventar, aunque ya tenemos el Día del Niño, de la Madre, del compadre, del abuelo, del maestro y de cada uno de las profesiones, pero para inventar festejos se pintan solos los comerciantes.
Pero qué bueno, porque sin duda estimula el contacto entre los amigos que aprovechan la ocasión para reunirse, celebrar y mantener viva la llama de la amistad.
Y además de felicitar a los padres por su día y deseando que hayan sido celebrados en grande aunque sea modesta, también quiero manifestar mi admiración para aquellos que realmente le dan valor a esta palabra tan singular.
Para aquellos que además de ser un eficiente proveedor, es también un compañero que educa con el ejemplo a sus hijos, porque hay quienes solo saben engendrar pero no aceptan la responsabilidad de la paternidad y esos seres realmente me dan pena, ya que no saben lo que es disfrutar un beso de los hijos, besos que no sabe más que de afecto libre de todo interés y malicia, que no comparten la emoción de ver las ocurrencias y vivencias de aquellos que engendraron pero que abandonaron, de verlos crecer y formarse solo con el amor de la madre, de los abuelos, de los familiares que los llenan de amor.
Si supieran la sensación que invade por esas sonrisas y esos abrazos y esos besos, sabrían que lo mejor de la vida no es engendrarlos sino vivir, compartir los tiempos y las vivencias, prolongarse y trascender a través de ellos, sobre todo aquellos que son padre y madre al mismo tiempo, los que solos luchan en el trabajo, en la casa, en la escuela, pero siempre orgullosos y solidarios con sus hijos. Ellos son dignos de la mayor admiración.
Además en estos tiempos el papel del padre ha evolucionado, ahora comparte mas las responsabilidades del hogar, las tareas escolares de los hijos, y esto es de lo mas importante.
Cuando un hijo te llama papá y está orgulloso de ti como tú de él y que además llena tus espacios de amor y felicidad, entonces puedes estar seguro que tu vida nunca morirá, porque en tu hijo y en el hijo de tu hijo vivirás siempre.
A todos los que saben ser padres, muchas felicidades.
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