LUNES 17 DE MAYO DEL 2010.
Y los pronósticos se cumplieron.
Ganaron el PRI y su candidata Angélica Araujo con una diferencia tan clara que no hay lugar a dudas.
La elección se desarrolló en relativa calma dadas las condiciones de la campaña, a pesar de los intensos esfuerzos del PAN por llenar los espacios publicitarios de quejas y protestas, que solo demostraron desde días atrás que tenían claro que habían perdido la campaña y la elección en forma contundente y buscaban pretextos para descalificar o judicializar el proceso. El PRD también protestó pero sabemos que es lo único que hace.
Así terminaron 20 años de administración municipal en Mérida de Acción Nacional, en que sus candidatos muchos de ellos de triste memoria y gris personalidad, derrotaron a candidatos del PRI que presumían de tener gran arraigo en la sociedad y sus orígenes y participación social fueron desde empresarios, políticos hasta un ex gobernador, referencia de la política estatal.
Sin embargo en esta ocasión, el entusiasmo que despertaron la Arquitecta Angélica Araujo y los candidatos a diputados locales así como la maquinaria del PRI, que campaña tras campaña política electoral demuestra una mayor eficiencia, arrollaron a los candidatos de Acción Nacional, que cada campaña merma considerablemente su presencia en la sociedad yucateca.
Como era de esperarse en algunos lugares se presentaron problemas de menor monto, que fueron resueltos de manera pronta y expedita.
Todavía y a pesar de la experiencia, se presentan problemas que deben estar totalmente superados, como que las casillas no se abrieron a tiempo, que funcionarios de casillas no se presentaron a tiempo o simplemente no se presentaron, que las boletas no llegaron o no se terminaron de firmar por los representantes acreditados en el tiempo previsto.
La elección fue muy vigilada y despertó el interés nacional e internacional, ya que a más de los medios tradicionales y el uso cada vez mayor del internet, propicia que cualquier hecho suceda donde suceda, el mundo lo conozca de inmediato.
Pero en el caso de Mérida, el interés fue importante, ya que a mas de los 20 años de mantener el Ayuntamiento de Mérida, el PAN tiene el Gobierno Federal y a través del ex gobernador del Estado, Patricio Patrón Laviada, lograron instrumentar un gobierno paralelo, al conseguir que los nombramientos de los delegados federales recayeran en los funcionarios de su gobierno y en algunos casos abiertamente operaron a favor de Acción Nacional, lo que provocó las quejas tanto de un partido como del otro, sobre los apoyos o supuestos apoyos que cada gobierno, el federal y estatal brindaron a los candidatos de sus partidos.
Sin embargo fue claro que la sociedad desde un inicio marco sus preferencias, que se iniciaron en el 2007 para Ivonne Ortega, después para los candidatos a diputados federales del PRI y ahora con su voto señaló a Angélica Araujo.
El compromiso con la sociedad es mayúsculo, pues romper esa hegemonía representó un enorme trabajo y ahora habrá que responderle a la sociedad meridana con el cumplimiento de las promesas de campaña y de esta forma no solo corresponder al voto y confianza, sino a la solidaridad del priismo nacional que como en las elecciones del 2007 y ahora, se unieron para que el triunfo de Yucatán marque el rumbo de las victorias en las elecciones que en este año se celebraran en el país.
Lo único que impide al PRI triunfar y preparar cada vez más consistentemente, su retorno a los Pinos en el 2012 es que entre los aspirantes se destruyan y esto sí es una muestra de que disfruta más ser oposición.
Pero esto y las elecciones en Yucatán hay que reflexionarlo más ampliamente.
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