487.RESULTADOS DE LA AUDITORIA SUPERIOR DE LA FEDERACION.
MIERCOLES 07 DE ABRIL DEL 2010.
La Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados, difundió un informe el mes próximo pasado, que señala que el trabajo de fiscalización realizado en los últimos diez años por la Auditoría Superior de la Federación al gasto público, sirve de muy poco.
Reporta el informe que cada año esa dependencia entrega un informe de observaciones con irregularidades en el manejo de presupuesto, mismo que genera un escándalo; sin embargo, casi todos los señalamientos quedan solventados y no pasa nada, por lo que no contribuye esa dependencia a evitar actos de corrupción en las dependencias del gobierno ni en las entidades federativas.
Es más, en ese documento se añade que la fiscalización no es redituable en la mejora del desempeño de los estados auditados.
Esa Unidad, encargada de supervisar el desempeño de la Auditoría Superior de la Federación, manifiesta que a pesar de que en 2008 la observaciones de la ASF registraron una disminución del 19 por ciento con relación al 2007, ya que pasaron de 9 mil 557 a 7 mil 745, las irregularidades detectadas por la Auditoría en dicha cuenta pública fueron más graves.
Como era de esperarse, el auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, consideró que las críticas de la Unidad de Evaluación y Control “son interpretaciones muy personales”.
Aseguró que la fiscalización sí ha servido para reducir la corrupción en las dependencias del Gobierno; sin embargo, dijo, la corrupción no es exclusiva del sector público: “está en todos lados; no es una cosa exclusiva de nuestro país”
Esta respuesta es increíble, como la corrupción está en todos lados, no nos preocupemos en corregir la situación actual, total somos parte de un todo, pero recordemos el refrán que dice: “mal de muchos, consuelo de tontos”.
Pero caramba, estas declaraciones del auditor es lo que hace a los mexicanos pensar que no tiene remedio el país.
Y funcionarios como éste auditor hace conciencia en los corruptos de que no hay de qué preocuparse, total es la generalidad en el mundo.
Dijo también que se hagan evidentes, supongo que las pruebas que ellos mismos, los auditores deben de proporcionar y se sancionen a los responsables y que a la Auditoría no les toca sancionar a los resultados.
Y enseguida los diputados de todos los partidos echaron a volar sus neuronas y seguramente llegaran a conclusiones ejemplares de sus elevadas inteligencias y patriotismo.
Uno de los diputados propuso de que las sanciones las impongan la Secretaría de la Función Pública, nombre actual de ese órgano que cuesta a los mexicanos millones de pesos y que ni siquiera en su creación en el gobierno de Miguel de la Lamadrid ni en el de Vicente Fox, cuando el nefasto Francisco Barrios Terraza, hoy gozando del bienestar de la vida con nuestros impuestos en Canadá, como Embajador de nuestro país en esa nación y que como Contralor ofreció a la sociedad pescar peces gordos y no pescó ni charales, pero eso sí, se le premió como si hubiera cumplido en lo mínimo con su responsabilidad. Nombramientos como éste son los que han deteriorado el prestigio del servicio diplomático mexicano ganado durante décadas de inteligente y patriótico desempeño.
Y la Secretaría solo ha servido para denunciar y consignar a funcionarios que no son del partido en el gobierno, que no simpatizan con los jefes en turno o que representan el interés de algún influyente el perjudicarlos y así acabaron con carreras y en algún caso muy sonado con prestigios y vida de funcionarios inocentes. Algunos se inconformaron y ganaron los juicios, que costaron millones de pesos que como se erogaron con cargo a las dependencias donde trabajaban los inconformes y no con cargo a la Secretaría de la Contraloría, ni importancia le daban o ni siquiera una sanción a los responsables de ese daño patrimonial se les fincaba.
El tema vale la pena de ampliar con comentarios y que por razones de tiempo lo dejaremos para otra ocasión, ya que mi experiencia y resultados obtenidos como Auditor Y Jefe de Auditoría Foránea del Banco Nacional de Crédito Ejidal, y observador y afectado de las disposiciones de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, me autoriza a hacer puntuales observaciones sobre las funciones de auditoría que realmente beneficien al país, consolide el honesto, eficiente y transparente manejo de los presupuestos y generen confianza de la sociedad en el gobierno.
MIERCOLES 07 DE ABRIL DEL 2010.
La Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados, difundió un informe el mes próximo pasado, que señala que el trabajo de fiscalización realizado en los últimos diez años por la Auditoría Superior de la Federación al gasto público, sirve de muy poco.
Reporta el informe que cada año esa dependencia entrega un informe de observaciones con irregularidades en el manejo de presupuesto, mismo que genera un escándalo; sin embargo, casi todos los señalamientos quedan solventados y no pasa nada, por lo que no contribuye esa dependencia a evitar actos de corrupción en las dependencias del gobierno ni en las entidades federativas.
Es más, en ese documento se añade que la fiscalización no es redituable en la mejora del desempeño de los estados auditados.
Esa Unidad, encargada de supervisar el desempeño de la Auditoría Superior de la Federación, manifiesta que a pesar de que en 2008 la observaciones de la ASF registraron una disminución del 19 por ciento con relación al 2007, ya que pasaron de 9 mil 557 a 7 mil 745, las irregularidades detectadas por la Auditoría en dicha cuenta pública fueron más graves.
Como era de esperarse, el auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, consideró que las críticas de la Unidad de Evaluación y Control “son interpretaciones muy personales”.
Aseguró que la fiscalización sí ha servido para reducir la corrupción en las dependencias del Gobierno; sin embargo, dijo, la corrupción no es exclusiva del sector público: “está en todos lados; no es una cosa exclusiva de nuestro país”
Esta respuesta es increíble, como la corrupción está en todos lados, no nos preocupemos en corregir la situación actual, total somos parte de un todo, pero recordemos el refrán que dice: “mal de muchos, consuelo de tontos”.
Pero caramba, estas declaraciones del auditor es lo que hace a los mexicanos pensar que no tiene remedio el país.
Y funcionarios como éste auditor hace conciencia en los corruptos de que no hay de qué preocuparse, total es la generalidad en el mundo.
Dijo también que se hagan evidentes, supongo que las pruebas que ellos mismos, los auditores deben de proporcionar y se sancionen a los responsables y que a la Auditoría no les toca sancionar a los resultados.
Y enseguida los diputados de todos los partidos echaron a volar sus neuronas y seguramente llegaran a conclusiones ejemplares de sus elevadas inteligencias y patriotismo.
Uno de los diputados propuso de que las sanciones las impongan la Secretaría de la Función Pública, nombre actual de ese órgano que cuesta a los mexicanos millones de pesos y que ni siquiera en su creación en el gobierno de Miguel de la Lamadrid ni en el de Vicente Fox, cuando el nefasto Francisco Barrios Terraza, hoy gozando del bienestar de la vida con nuestros impuestos en Canadá, como Embajador de nuestro país en esa nación y que como Contralor ofreció a la sociedad pescar peces gordos y no pescó ni charales, pero eso sí, se le premió como si hubiera cumplido en lo mínimo con su responsabilidad. Nombramientos como éste son los que han deteriorado el prestigio del servicio diplomático mexicano ganado durante décadas de inteligente y patriótico desempeño.
Y la Secretaría solo ha servido para denunciar y consignar a funcionarios que no son del partido en el gobierno, que no simpatizan con los jefes en turno o que representan el interés de algún influyente el perjudicarlos y así acabaron con carreras y en algún caso muy sonado con prestigios y vida de funcionarios inocentes. Algunos se inconformaron y ganaron los juicios, que costaron millones de pesos que como se erogaron con cargo a las dependencias donde trabajaban los inconformes y no con cargo a la Secretaría de la Contraloría, ni importancia le daban o ni siquiera una sanción a los responsables de ese daño patrimonial se les fincaba.
El tema vale la pena de ampliar con comentarios y que por razones de tiempo lo dejaremos para otra ocasión, ya que mi experiencia y resultados obtenidos como Auditor Y Jefe de Auditoría Foránea del Banco Nacional de Crédito Ejidal, y observador y afectado de las disposiciones de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, me autoriza a hacer puntuales observaciones sobre las funciones de auditoría que realmente beneficien al país, consolide el honesto, eficiente y transparente manejo de los presupuestos y generen confianza de la sociedad en el gobierno.
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