Esta era un mago que trabajaba en un crucero por el Caribe. Como la audiencia era distinta cada semana, podía darse el lujo de repetir los mismos trucos cada vez.
Solo había un problemita. La cotorra del capitán veía los trucos cada semana y comenzó a entender como el mago hacía cada truco. Tan pronto los entendió empezó a gritar en medio del espectáculo:
-- Miren, no es el mismo sombrero...
-- Miren, escondió las flores bajo la mesa...
- ¿Por qué todas las cartas son el as de espadas?
El mago estaba muy molesto con esta situación pero no podía hacer nada ya que, después de todo, era la cotorra del capitán.
Un día el barco tuvo un accidente y se hundió. El mago se encontró a sí mismo flotando en el extremo de un pedazo de madera y la cotorra en el otro extremo. Ambos se miraban fíjamente con odio pero no se dirigieron la palabra. Esta situación continuó por varios días. Al cabo de una semana la cotorra no aguanta más y dice:
-- Bien, me rindo. ¿Qué hiciste con el barco?
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