REFLEXIONES EN VOZ ALTA.
LA REVISTA.
VIERNES 2 DE OCTUBRE DEL 2015.
TLALTELOLCO.
Hace 47 años, en un día como hoy, en la Plaza de las Tres Culturas, allá en Tlatelolco, se dio uno de los trágicos episodios de los tiempos modernos en nuestro país, cuando un grupo de estudiantes reunidos en una protesta contra el gobierno, fue agredido teniendo como saldo un número importante de muertos y heridos. Se iniciaba la Primavera en Otoño del estudiantado mexicano.
Desde luego la sociedad culpó al Presidente Gustavo Díaz Ordaz, en cuyo gobierno el país había avanzado en medio de un clima de paz, tranquilidad, y un desarrollo económico que alcanzó hasta el 6 por ciento del Producto Interno Bruto, calificado como uno de los Presidentes más inteligentes que ha tenido el país y que junto con los dos gobiernos anteriores al suyo, administraron de tal manera los recursos del país que se dieron a conocer como “El Milagro Mexicano”, por el crecimiento arriba a la inflación, un desempleo mínimo, un ambiente de seguridad y de convivencia política al contrario del resto de los países de América Latina.
Pero todos sus logros de gobierno así como sus cualidades personales, inteligencia, capacidad de trabajo organizado, preparación académica, fueron insuficientes para controlar su soberbia y su autoritarismo, así como la falta de contrapesos en ese entonces en el sistema político mexicano, y convirtió un conflicto estudiantil que podríamos catalogar como normal, en un conflicto político que creció al grado tal, que sin duda arriesgo los logros alcanzados hasta ese entonces.
Si le sumamos la aparición de los de siempre, los que viven de los problemas en lugar de resolverlos, los que hacen un negocio personal los problemas del momento y escriben libros, dictan conferencias, organizan asociaciones y sin número de acciones que les permite vivir y muy bien, entonces entenderemos porque los problemas en el país crecen en lugar de resolverse.
A partir de ese entonces, los mexicanos hemos vivido en crisis, especialmente política, económica y social, un aumento de la delincuencia, del desempleo, de la drogadicción, del alcoholismo, embarazos no deseados, una reducción alarmante de la edad en que los jóvenes incursionan en esos campos negativos, así como el crecimiento de enfermedades crónico degenerativas, corrupción e impunidad, pobreza y desigualdad de oportunidades, vemos el escenario que juntos, gobierno y sociedad tienen que trabajar sin sombras de sospechas mutuas, hacer a un lado los reclamos que consumen talento, tiempo, esfuerzo y recursos, pero que nos hacen estancarnos y que simplemente el crecimiento demográfico y desigual del país, aumenta los riesgos de otra generación sin oportunidades.
Hay cada día más leyes para regular lo que debe ser normal en los mexicanos, autoridades y ciudadanos, como la honestidad, el respeto, el trabajo eficiente y la dignidad en cada acto y en cada persona.
Lo que es justo no debe perder tiempo en las marañas burocráticas y la impunidad.
Y lo que no procede, explicarlo con tal claridad que se acepte.
Nuevos tiempos y nuevas conductas es lo que espera la sociedad de sus autoridades.
Y el Gobernador Rolando Zapata Bello anunció 35 nombramientos en los que destacan la reincorporación de personas a las que se les considera con futuro político y que de nueva cuenta tendrán espacio para demostrar sus méritos.
Esta nueva muestra de confianza que les da el Gobernador, tienen que corresponderla con trabajo, servicio a la comunidad con verdadera vocación de servicio, honestidad y trabajo en equipo, que multiplique los beneficios de los recursos a favor de la sociedad y que los objetivos de sus dependencias se cubran en tiempo y forma.
Estos movimientos son de la mayor trascendencia y se deben analizar en su justa dimensión, porque se espera que los próximos tres años ayuden en forma importante la buena marcha del gobierno del Estado.
Y en la Ronda 1.2 sobre la propuesta del petróleo al público, el gobierno tuvo mejores resultados que los esperados y curiosamente, siendo el petróleo hasta ahora el factor fundamental de nuestros recursos, muy pocos mexicanos conocen a fondo las características de este método y se dejan las opiniones a unos cuantos que se llaman expertos en el tema.
Debe ser obligatorio para los mexicanos enterarnos a fondo del tema, porque aunque unos le llaman el “oro negro” y otros “los veneros del diablo”, para bien y para mal, es nuestro.
Te saludo cordialmente.
Carlos Capetillo Campos.
@capetillo campos
carlos Capetillo
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