REFLEXIONES EN VOZ ALTA.
LA REVISTA.
VIERNES 31 DE ENERO DEL 2014.
PESADA HERENCIA.
Hemos insistido que el principal activo
en la relación gobierno-sociedad es la credibilidad, la confianza, que sin duda
al paso del tiempo y por los resultados, el gobierno la ha perdido.
Fresca en la memoria popular las promesas
de todo tipo no cumplidas, el despilfarro de los recursos públicos, la
ineficiencia y corrupción de los servidores que además es premiada con mayores
responsabilidades, el abuso de familiares de los poderosos, el aumento de la
pobreza mientras se contrasta con la insultante riqueza de unos cuantos y todos
al amparo del poder público.
Mientras la pobreza se resuelve en los
informes oficiales, en la realidad crece desmesuradamente a pesar de los sesudos
planes para erradicarla y no se concibe como tanto dinero no puede resolver uno
solo de los problemas que forman la enorme telaraña de los elementos de la
pobreza, al que solamente escapan hasta ahora los emigrantes a otros países,
sobre todo al vecino del norte.
Cada sexenio se crean dispendiosas
organizaciones burocráticas que solo generan bienestar a los meros meros.
Contra todo esto está lidiando Enrique
Peña Nieto, Presidente de México, que a pesar de los esfuerzos de este primer
año de su gobierno, no tiene la aceptación abrumadora de la sociedad, gracias a
la herencia que los Presidentes anteriores le dejaron.
Y creo que los Presidentes llegaron
llenos de buenos propósitos para el país, con ganas de pasar a la historia como
el mejor y que pasó?
Seguramente cada mexicano tiene su
versión.
Que el pago de financiamiento en la
campaña, que si favores personales, que méritos de militantes de su partido,
que como quieran llamarlo, el hecho de que aparecen personajes, algunos de
siempre y otros nuevos, pero que no han demostrado los méritos que las
responsabilidades exigen y se les entregan cuantiosos recursos y sobre todo
poder que no saben manejar y viene el desencanto social. Cada Presidente como
candidato tuvo un objetivo que ya como Presidente no cumplió: el Presidente
Echeverría con el slogan de “Arriba y Adelante” el país a pesar del crecimiento
económico, la calificación no fue de que México avanzara arriba y adelante;
López Portillo “la solución somos todos” y lo único que solucionó fueron los problemas
económicos de las mujeres de sus amores, pero las tantas esperanzas que
despertó sobre todo con su emotivo discurso de toma de posesión, terminaron en
un repudio popular; Miguel de la Madrid con su “renovación moral” que acabó en
una corrupción y mediocridad intensa; Salinas de Gortari durante los
primeros años ejerció plenamente el poder y tuvo buenos resultados, pero
precisamente por el poder pleno se fue de bruces y acabamos con una economía
maltrecha y un ambiente de sobresalto por el movimiento zapatista; Zedillo que
convirtió la deuda privada en el FOBAPROA que ahora pagamos todos los mexicanos
y con una austeridad para los demás menos para los de siempre, y vendiendo el
patrimonio nacional en venta de garaje, creó tal ambiente en contra del PRI,
que un folklórico personaje como Vicente Fox en una espléndida campaña y con la
ayuda presidencial que prácticamente bloqueo al partido que lo llevó al poder,
inició la era panista que duró 12 años, en los que a pesar de los inmensos
recursos por el precio del petróleo, se dedicaron a dar rienda suelta a sus
complejos en contra del PRI, a su capacidad de hacer negocios y a un
incompetente ejercicio del poder, encaminado a desahogo de pasiones personales.
Deuda pública impresionante, políticas
financieras favorecedoras al capital a grado tal, que los bancos casi todos
extranjeros tienen en México el mayor rendimiento y ganancia de todo su ámbito
mundial; despego de la clase gobernante con las clases necesitadas y un
catalogo muy largo de actitudes del gobierno que ahora tienen a la sociedad en
una posición de incredulidad ante el quehacer del Presidente Peña Nieto,
que durante este año ha escuchado la voz de las mayorías y ha visto el mejor
horizonte para el país, por eso ha impulsado las reformas que durante muchos
años fueron símbolo del PRI y que ahora viene lo más difícil: implantarlas y
que el beneficio llegue de inmediato a los hogares mexicanos.
Es indispensable que las promesas del
Presidente se hagan realidad y
de inmediato los mexicanos aprecien sus beneficios. Es el mejor camino para
recuperar la credibilidad del gobierno y la confianza de la sociedad y así lo
que venga se apoyará sin recelos.
Te saludo cordialmente.
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