JUBILADOS Y PENSIONADOS.
Roberto
Macswinney está recién desempacado de Europa y apreció el
comportamiento de los jubilados y pensionados en el viejo continente y
con el apoyo del Diego Pingarrón, quien durante algunos años se
desempeñó como Delegado del Programa de Jubilados y Pensionados en el
Estado, hicieron una reflexión que me dio gusto, seguramente porque
coincidieron con puntos de vista míos que en diferentes reflexiones he
transmitido al auditorio y que son:
El
progreso que hoy se aprecia en diferentes campos de la tecnología y la
ciencia, se debe a los jubilados y pensionados, como también los
inventos que hacen la vida más fácil y los descubrimientos que han hecho
más grande el mundo sin que aumente de tamaño.
Con
los jubilados y pensionados están desapareciendo los valores de los que
siempre se han presumido en todo tiempo y lugar, como el respeto a los
demás sin necesidad de una Comisión de Derechos Humanos; la ética en el
comportamiento profesional y personal; con los valores de alto sentido
de la responsabilidad, de la honestidad y de defender lo que se cree sin
pensar a quien le gusta y a quién no. En fin, los valores que los seres
humanos de hoy lamentan que estén desapareciendo con rapidez en el
comportamiento de las personas.
Este
importante sector social, en Europa son un impulsor de la economía, ya
que sus pensiones son amplias y les permiten viajar, gastar y vivir con
comodidad, lo que impacta en el circulante del país mejorando la
economía y sin preocuparse por ahorrar, ya que están seguros sus
ingresos y la atención a la salud.
Los
países que culpan a las pensiones y jubilaciones del quebranto
financiero que viven, son aquellos que en forma demagógica y por razones
de corrupción o ineficiencia en el manejo de la administración de
gobierno, otorgaron pensiones que no pueden pagar y que este grupo no
generó la riqueza para cubrirlas.
En
México, cada cierto tiempo culpan a las pensiones del quebranto de las
instituciones de la seguridad social, a cuyo éxito de sus áreas médicas,
es la razón por la que las expectativas de vida han crecido hasta
alcanzar hoy 78 y 73 años respectivamente en mujeres y hombres y la mala
administración de esas dependencias, generaron privilegios con el fin
de mantener una ficticia calma laboral, reduciendo la productividad o
con un agravante mayor y es que para que las representaciones sindicales
no exhiban las corruptelas de los directivos, les otorgan hasta lo que
no piden, con el consiguiente impacto negativo en los resultados
financieros.
Entre
los problemas graves que hay que corregir hasta por salud personal,
está el que mientras la expectativa de vida aumenta, la vida laboral se
reduce y por lo tanto la brecha en que reciben pensiones sin producir se
amplía.
Y
no es culpa de los trabajadores como se insinúa en la propaganda de
cada cierto tiempo para justificar las dificultades financieras, sobre
todo de las grandes dependencias, que son las que cuentan con mayor
número de trabajadores y de prestaciones más elevadas.
Hay que ampliar sin duda, el tiempo de vida laboral y de edad para el retiro.
Y
hay que elevar la productividad para que se generen las suficientes
reservas financieras, que cubran con tranquilidad las pensiones y hay
que mejorar los salarios de acuerdo con la productividad, para que los
trabajadores al momento de su retiro, cuenten con la tranquilidad de una
vida decorosa, como merecen por sus aportaciones a la sociedad y al
país.
Te saludo cordialmente.
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